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Hay ciudades que conservan su historia y otras que la viven. Mérida, durante la semana de Emérita Lúdica, no se limita a mostrar piedras: las habita. Entre el 19 y el 25 de mayo de 2025, la antigua Augusta Emerita recupera su pulso romano con una de las recreaciones históricas más singulares de la península. No es una fiesta para mirar desde fuera: es una invitación a entrar, mezclarse y participar.
¿Qué es Emérita Lúdica?
Desde 2010, este festival transforma Mérida en una ciudad romana viva. Durante varios días, legionarios patrullan las calles, sacerdotisas celebran rituales, los gladiadores combaten en la arena y el foro recobra su bullicio. Pero lo más llamativo no son los espectáculos, sino el hecho de que todo ocurre en los escenarios originales: el puente, el templo, el teatro o los foros son los mismos que hace dos mil años. Y eso no ocurre en cualquier sitio.
Declarada Fiesta de Interés Turístico de Extremadura, Emérita Lúdica no es solo una atracción cultural: es también una apuesta por la participación ciudadana, el rigor histórico y la divulgación sin solemnidad. Asociaciones de recreadores, instituciones, museos y vecinos colaboran para construir una experiencia que engancha tanto a quienes vienen por primera vez como a los que repiten cada año.
Lo que nos espera en 2025
La edición de este año promete. El programa incluye clásicos como las luchas de gladiadores, los desfiles de tropas cruzando el puente romano, los rituales en el Templo de Diana y las escenas cotidianas del foro. Pero también habrá espacio para talleres, visitas guiadas, actividades infantiles y experiencias gastronómicas.
Uno de los puntos neurálgicos será de nuevo el Macellvm Ceres, el mercado romano que se instala en los alrededores del Templo de Diana. No es un mercadillo más: los puestos han sido seleccionados por su ambientación, materiales y coherencia histórica. Aquí se venden objetos artesanos, comida inspirada en Apicio y productos que no necesitan disfraz para parecer de época.
Otro momento clave será el jueves 22 de mayo, día festivo en Mérida. La ciudad se llena de visitantes, pero también de emeritenses que, toga o túnica mediante, se suman al ambiente general. Es el día ideal para disfrutar del centro sin prisas y vivir el festival desde dentro.
Mucho más que disfraces
Emérita Lúdica no es un parque temático. No hay barreras entre actores y público, ni un programa rígido de espectáculos cada hora. Aquí la clave está en el detalle: los objetos que llevan los soldados, las inscripciones de las tiendas, las monedas que se pueden tocar, los aromas que invaden las plazas. Incluso los errores están bien pensados: no todo es perfecto, y eso lo hace más real.
Esta autenticidad es posible gracias a la implicación de instituciones como el Consorcio de la Ciudad Monumental, el Museo Nacional de Arte Romano o la propia Dirección General de Turismo, pero también gracias a las decenas de asociaciones de recreación que acuden desde distintos puntos del país para formar parte de este microcosmos romano.
Una ciudad que se convierte en otra
La experiencia no se limita a unas horas de espectáculos. Quienes se alojan en Mérida durante esos días viven una transformación casi total: las calles, los bares, las tiendas y hasta los balcones cambian. Algunos establecimientos decoran sus fachadas, otros se suman a la Ruta de la Tapa Romana, donde se reinterpretan recetas clásicas con ingredientes actuales.
Caminar de noche por el centro histórico durante Emérita Lúdica es probablemente una de las formas más intensas de sentir la ciudad. Las luces tenues, las sombras de soldados y civiles vestidos de época y el eco de las actividades convierten un simple paseo en un pequeño viaje.
¿Vienes?
Si alguna vez te ha tentado la idea de viajar al pasado, este es uno de los lugares donde más fácil resulta creérselo.Emérita Lúdica no necesita explicarse demasiado: hay que vivirla. Y si quieres hacerlo de una forma tranquila, cómoda y bien organizada, podemos ayudarte a diseñar tu viaje.