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Hablar de la Feria Internacional Ganadera de Zafra es hablar de historia, comercio y vida en torno a San Miguel. Lo que comenzó en el siglo XV como un mercado autorizado por los reyes castellanos, se ha convertido hoy en uno de los grandes encuentros agroganaderos de Europa, un evento que cada año reúne a miles de visitantes, profesionales y curiosos en la localidad pacense.
De mercado medieval a feria de referencia
Los orígenes se remontan a finales del siglo XIV, cuando el rey Juan I concedió a Zafra un mercado semanal en 1380, ampliado poco después con otro ligado a la fiesta de San Juan. El paso decisivo llegó en 1453, cuando Juan II de Castilla otorgó a la villa el privilegio de celebrar, “para siempre jamás”, una feria anual por San Miguel, el 29 de septiembre.
A lo largo de los siglos, esta cita no solo fue ganadera: también se cerraban arrendamientos de fincas, se pactaban precios de montaneras y se comerciaba con lana, ropas o calzados. La feria se convirtió en un espacio clave para la vida económica y social de la comarca, punto de encuentro de viajeros, tratantes y campesinos.
Ya en el siglo XX, con la mecanización del campo y los profundos cambios del mundo rural, la feria incorporó la maquinaria agrícola y los equipos agroganaderos, abriéndose a nuevas realidades. En 1992, con la celebración del Quinto Centenario, alcanzó la categoría de internacional, lo que reforzó su prestigio en el calendario nacional e internacional.
La edición 2025
Este año la feria celebra su 572ª edición, del 2 al 7 de octubre, y lo hace con cifras que llaman la atención:
El acceso al Recinto Ferial de Zafra es gratuito. Los espacios se distribuyen entre las naves ganaderas, los pabellones comerciales y las zonas al aire libre, con un horario amplio que permite recorrer con calma cada rincón de este inmenso escaparate.

Mucho más que ganado
Aunque el corazón de la feria late en torno a las subastas y concursos morfológicos de razas autóctonas, el visitante encuentra mucho más:
En 2025, además, se presentan novedades como la vuelta de razas bovinas históricas: asturiana de los valles y parda de montaña y la conmemoración del 50º aniversario de la Asociación del Merino, símbolo de la ganadería extremeña.
Una cita imprescindible
Cada otoño, Zafra se convierte en un hervidero de actividad, tradición y modernidad. La feria mantiene su esencia como punto de encuentro de ganaderos y profesionales del campo, pero también como un gran escaparate donde cualquier viajero puede asomarse a la vitalidad de Extremadura y a la fuerza de sus raíces.
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